El crowdworking se suele definir como la externalización a través de internet, mediante una licitación pública, de servicios que de otro modo prestarían unos empleados, de modo que, sin interacción física ni organizaciones predefinidas, varias personas producen un producto o servicio mediante la cooperación ad hoc en proyectos concretos.
Estudios y la experiencia práctica han demostrado que esta nueva forma de colaboración también funciona para productos complejos, como los servicios de ingeniería (véase https://ecorner.stanford.edu/flash-teams/). Las ventajas del crowdworking son, entre otras, que los resultados no solo se producen de forma más eficiente y rentable, sino también más rápida. Además, la cooperación a través de internet supera el escollo de que para resolver determinados problemas, en cierto mercado local, se carece de los expertos altamente especializados necesarios para tal fin.
Debido a la gran complejidad del derecho mercantil internacional, este aspecto constituye también el motivo principal porque LEXPORTATEU presta su asesoramiento jurídico por esta vía. Aunque LEXPORTATEU no suele disponer de la plantilla de abogados propia que suele ser necesaria para proyectos transfronterizos complejos, para cada asunto se recurre a expertos de otros ordenamientos jurídicos y áreas del derecho en función del proyecto y de las necesidades concretos.